domingo, 12 de marzo de 2017

Llegar exige ausentarse...



Porque a veces el transeúnte está en el interior de todos nuestros pasos y en silencio llega el instante de partir, la ruta anegada del Sur viene a proponernos abrir los círculos de espera en que nos situamos para siempre.  ¿Cómo rebuscar en lo prohibido, tras los espejismos que nunca se alcanzan y sus escombros, si ya no es posible orientar el carrusel deshabitado del día que se extingue?  El deambular comienza en el centro impulsor que mueve y proyecta como gotas de júbilo los sueños, donde se irradian módulos de lucidez para conducirnos hasta el callejón en el que se besan los enamorados. Así avanzó; llegar exige ausentarse.

De Alrededor, HEBE Ed., 1999

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