COMPAÑEROS DE VIAJE. Este espacio presenta a los protagonistas del sector del viaje poniendo el foco en aquello que más nos caracteriza y diferencia: el factor humano.
El valor de la palabra
Por: Ana Delgado Cortés
David Cáceres Delfín (Málaga, 1968) es director Comercial y de Marketing de Grupo GEA. Comenzó su trayectoria profesional en el verano de 1988 como auxiliar de Booking de Iberojet, de la mano de Prisciliano Fernández, actual presidente del Grupo Gea. Pero David Cáceres es también David Delfín: poeta, editor y, en la década de los 90, dinamizador de la vida cultural y literaria malagueña desde el epicentro creativo en el que se convirtió Bodegas El Pimpi bajo la dirección de su propietario, Paco Campos. “Fue una etapa inolvidable”, comenta. “Éramos un grupo de poetas jóvenes que coordinábamos la sección de literatura del Círculo de Bellas Artes en Málaga y creamos Hebe Ediciones para arropar nuestra actividad literaria”.
David Cáceres Delfín, el profesional del viaje, y David Delfín, el poeta, siguieron creciendo juntos. Después de todo, como el propio David comenta, en lo personal y en lo profesional es fundamentar contar lo que uno ha aprendido de otros: “Dar las claves para hacer mejor nuestro trabajo no es muy diferente de leer un poema en voz alta: es darle sentido a las cosas, a nuestro entorno, a nuestra labor profesional, con la esperanza de ser útil para quien tiene la generosidad de escucharte y compartir también contigo su visión”.
Con la literatura pasa como con los viajes: se aprende a trasladar conocimientos a la experiencia
Confiesa que a él le “subieron a la poesía” Machado y Serrat a principio de los ochenta. Luego vino el surrealismo, infinidad de lecturas y la pasión por Juan Ramón Jiménez y Vicente Aleixandre. Hoy en día, concibe su actividad literaria como la capacidad de generar respuestas adecuadas a cada circunstancia: “Todos tenemos carencias y límites; reconocerlos es el primer paso para comprender mejor todo cuanto nos sucede y a quienes nos acompañan tanto en el mundo profesional como en el personal”.
CONOCER PARA EXPERIMENTAR
“La literatura me ha hecho un profesional más creativo”, confiesa. Con ella considera que, como sucede con los viajes, se aprende a trasladar los conocimientos a la experiencia, a comprender mejor lo que sucede, a ser prudente y a relativizar.
Además, explica, la poesía es un reflejo profundamente humano. “Hemos descubierto que las máquinas son más listas y con mayores capacidades que nosotros y, ante tal deslumbramiento, cabe el peligro de relegar lo humano a un segundo plano. La tecnología, como todo lo que nos rodea, necesita de un sentido y este solo podemos dárselo nosotros, que somos el producto de lo vivo”.
David Cáceres Delfín ha publicado recientemente La fábrica de anticuerpos si no amanece (Ediciones Carena), el séptimo de sus poemarios. Su obra ha sido incluida en una decena de antologías y, en palabras de su prologuista, el profesor Francisco Ruiz Noguera, “es una poesía entendida como búsqueda y como forma de conocimiento (…); tiende a descubrir ese desconocido que hay en cada hombre”.
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